Este proyecto recién nace el 2015, pero solo como una vaga idea para disminuir la contaminación ambiental, un esquema sin nombre dibujado en un cuaderno de estadística en la USACH, donde ilustrabamos una posible fórmula que sería capaz de incentivar a gran escala y en distintos países el reciclaje domiciliario. Sin embargo, las distintas rutas encontradas para llevarlo a cabo implicaban necesariamente un enorme capital inicial con el que no se contaba ni de cerca. Luego de un tiempo, cuando la necesidad de hacer algo realmente significativo contra la contaminación se hizo más fuerte, los primeros intentos para levantar este capital vinieron de un rudimentario sistema de reciclaje de aceite usado de cocina en los condominios de San Miguel, lo llamamos Recoil. Al cabo de un año los números de este proyecto no se veían promisorios y creímos que nuestro sueño de descontaminar el planeta era inviable. No obstante, nunca nos dimos por vencidos, el 2021 postulamos a la convocatoria Semilla Inicia de CORFO una idea llamada Recolive, que contemplaba ya no solo el reciclaje del aceite usado de cocina, sino el 90% de los residuos domiciliarios, tal como era la idea original, y felizmente nuestro proyecto calificó en el puesto mejor 33°, entre poco más de 1500 proyectos postulados a nivel nacional. La ejecución de este fondo CORFO nos permitió levantar un prototipo retable y la construcción y financiamiento de la aplicación móvil que permitiría el uso del servicio. Luego, el 2023, nos djudicamos un segundo fondo CORFO, para invertir en mejoras, página web, marketing y fuerza de trabajo, donde esperamos que los usuarios al fin puedan reciclar desde su casa facilmente cerca del 90% de sus residuos domiciliarios, y con eso, más la ayuda de todas y todos, poder luchar por la construcción de un ecosistema más sano y sostenible en el tiempo.